lunes, 16 de octubre de 2017

Conclusión


Como conclusión se puede afirmar que el hecho de dormir y soñar son actos para desarrollar una buena salud y estabilidad mental. Soñar es clave, es una función de gran importancia, ya que durante el acto de soñar realizamos una investigación sobre nuestros deseos y necesidades, aspiraciones y temores que están muy dentro de nosotros. Llegar a recordar lo que se ha soñado puede ayudar a desenmascarar las emociones guardadas, los recuerdos enterrados y las vivencias no comprendidas, por lo que soñar es altamente terapéutico. Uno de los personajes más importantes en el entendimiento de lo que soñamos fue sin duda Sigmund Freud. Sus descubrimientos se basaron en que al soñar se tiende a resaltar las emociones que han quedado guardadas y enterradas en la parte subconsciente del cerebro, y suben a la superficie consciente del mismo durante el sueño. Nuestros sueños pueden ser tan cómo ocurrieron en la realidad vivida, es decir sin deformación, de forma directa. O deformados de manera intencional por nuestra psique, al no llegar a la comprensión deseada o necesitada, aplicamos alteraciones, unos cambios y unas peculiaridades especiales para descifrar el código del mensaje que nos lleva a una nueva dimensión de nosotros mismos. La habilidad para cambiar el curso de los acontecimientos de un sueño permiten al soñante comprender la naturaleza ilusoria de la realidad, la capacidad virtual cambiante, transformadora de los acontecimientos en el sueño y el encuentro con un descubrimiento asombroso, que es la capacidad de transformar de la misma manera, con precisión, en los programas insertados en la mente de desvalimiento, desvalorización personal, miedos, fobias o cualquier otra aceptación inmovilista que pueda dañar o impedir el bienestar, contribuyendo al logro de la paz, el conocimiento y la libertad. El sueño es un proceso fisiológico que se da en un ámbito neurológico. Y probablemente el mismo sueño se deba a un mecanismo del sistema nervioso central el cual influye condiciones externas como la fatiga o la privación del sueño. No es posible hablar de trastornos del sueño como grupo de afecciones que solo infieren en el ciclo nocturno, ya que siempre se encontrara una causa o consecuencia de estas patologías en otro tipo de trastornos y enfermedades y que, a su vez estén afectando el organismo como un todo y no como de una manera separada. A partir de las diferentes teorías sobre el sueño que van desde la programación y almacenamiento de la memoria, hasta la respuesta inconsciente de las mismas emociones del individuo; de igual manera pasando por la expresión de factores psicológicos y sociales del mismo. La principal relación que se puede establecer entre los sueños y el factor emocional es aquella que se presente como interdependencia entre estos, pues una vez que el factor emocional está afectado los sueños producidos durante la noche se tornan de una manera negativa lo cual repercute como ansiedad en el individuo. De la misma manera cuando los sueños presentan situaciones contradictorias pueden llegar a afectar la función emocional del soñador, a tal grado producir el insomnio por el miedo a poder concebir el sueño. Es importante destacar que cada día los individuos esta expuestos a distintas situaciones que de alguna u otra manera tienen un gran impacto sobre en la manera en que dormimos. La estructura del sueño depende en gran medida del evento y de que tan predominante sea este debido al nivel de emoción que se le impone, sobre todo el resto de las experiencias a las cuales el ser humano está sometido día con día.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Podcast

Este podcast habla sobre, que es el sueño, que es la interpretación y dos breves explicaciones como ejemplo de las interpretaciones mas co...